Este martes, Japón lamenta la pérdida de Fusa Tatsumi, quien a sus 116 años ostentaba el título de la persona más longeva del archipiélago.

Nacida en 1907, Tatsumi vivió a través de dos guerras mundiales y dejó un legado como testigo de acontecimientos históricos.

Originaria de Osaka, esta mujer tuvo una vida plena, criando a tres hijos junto a su esposo agricultor.

El canal de televisión local MBS compartió imágenes de Tatsumi en su silla de ruedas durante su último cumpleaños en abril, resaltando su longevidad y vitalidad.

El fallecimiento de Fusa Tatsumi fue confirmado por un concejal municipal de la ciudad de Kashiwara, en el departamento de Osaka.

El gobernador de Osaka, Hirofumi Yoshimura, recordó haberla visto en septiembre durante una celebración en honor a su longevidad, describiéndola como una mujer que estaba bien a pesar de su avanzada edad.

Japón, reconocido por su población longeva, ocupa el segundo lugar en el mundo en número de personas centenarias, solo superado por Mónaco, con más de 47 mil centenarios.

Tatsumi asumió el título de la persona más longeva de Japón tras el fallecimiento de Kane Tanaka el año pasado, quien a los 119 años ostentaba el récord.

Si bien la longevidad en Japón es notable, el Guinness World Records actualmente reconoce a la española nacida en Estados Unidos, María Branyas, como la persona más anciana del mundo.

Branyas, que cumplirá 117 años el 4 de marzo de 2024, lleva el estandarte de la longevidad en la actualidad.

La partida de Fusa Tatsumi deja un vacío, pero su vida ejemplar y su papel como testigo de la historia perdurarán en la memoria colectiva de Japón.

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