La reciente elección del papa León XIV ha provocado reacciones encontradas dentro del Gobierno de Estados Unidos, especialmente por sus publicaciones críticas hacia el vicepresidente JD Vance. El nuevo pontífice, nacido en Chicago y con nacionalidad peruana, ha sido una figura activa en redes sociales, especialmente en la plataforma X, donde publicó mensajes polémicos.

En febrero, León XIV compartió un artículo del National Catholic Reporter que criticaba las posturas del vicepresidente Vance sobre la prioridad del amor familiar sobre el prójimo. La publicación fue interpretada como una respuesta directa a los comentarios del vicepresidente, quien había declarado que los ciudadanos deben priorizar a su familia sobre extraños.

Más recientemente, en abril, el papa compartió una columna del obispo salvadoreño Evelio Menjivar-Ayala que denunciaba acuerdos migratorios entre Trump y el presidente salvadoreño Nayib Bukele. Dicho artículo criticaba que estos acuerdos implicaran la deportación de migrantes al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), considerado por activistas como una prisión de alta represión.

JD Vance is wrong: Jesus doesn't ask us to rank our love for others https://t.co/hDKPKuMXmu via @NCRonline

— Robert Prevost (@drprevost) February 3, 2025

EU resta importancia a las críticas

Pese a estas críticas, el presidente Trump intentó minimizar la controversia y afirmó sentirse «orgulloso de tener un papa estadounidense», a través de su red Truth Social. Durante una rueda de prensa en la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt aseguró que el mandatario considera la elección de León XIV como positiva para el país.

«Estamos orando por él», dijo Leavitt, destacando su fe católica y asegurando que los medios exageraron la controversia generada por las publicaciones del nuevo pontífice. Leavitt también afirmó que Trump espera con interés una próxima reunión con el papa León XIV, a quien describió como una figura de «gran importancia global».

León XIV, anteriormente el cardenal Robert Francis Prevost, ha defendido causas como la protección de migrantes y la lucha contra el cambio climático, incluso desde antes de su elección. Su trayectoria como misionero en Perú y su crítica a políticas conservadoras estadounidenses auguran una relación compleja con la actual administración republicana.

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