La situación por la mpox, antes viruela del mono, continua en alerta en todo el mundo, pero especialmente en África. Hasta el momento se cuenta con un total de 18 mil 731 casos sospechosos desde que inició el año 2024.

La enfermedad se ha enfrentado a una cepa más mortal y transmisible sin precedentes, pues según lo señaló la Agencia de Salud de la Unión Africana, África CDC, afirmando que en en lo que va del año ya se tiene un registro de 3 mil 101 casos confirmados, 15 mil 636 sospechosos y 541 muertes por la enfermedad en 12 diferentes países del continente debido a las variantes con las que cuenta el virus.

Desde inicios del año 2024, los casos se dispararon en comparación con el año anterior en el cual se tuvo un registro de 14 mil 838 casos. Se sabe que la República Democrática del Congo es el epicentro de la epidemia, pues se concentran casi todos los casos registrados, los cuales hacienden hasta ahora 16 mil 800.

La información también refleja que más de 500 muertes se han contabilizado por la viruela del mono en ese país que cuenta con 100 millones de habitantes. En tanto en el país vecino de Burundi se registran 173 casos con un aumento del 75 por ciento por semana.

Por si fuera poco, África enfrenta la propagación de una nueva cepa del virus detectada en la República Democrática del Congo en septiembre del 2023 a la que se denominó «Clado 1b», que es más y más transmisible que las anteriores. Esta semana se notificaron los primeros contagios de esta cepa fuera de África, especialmente en Suecia y Pakistán.

Afortunadamente el riesgo para la población europea sigue siendo bajo, de acuerdo con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) instó a los países de la Unión Europea a prepararse en caso de que aparezcan más casos de esta cepa mortal.

La agencia sanitaria de la ONU pidió a los países con reservas de vacunas que las donen a quienes tengan más brotes. De acuerdo con los expertos de inmunización de la OMS se recomiendan dos vacunas para combatir la viruela.

El mpox es una enfermedad que se transmite de animales a humanos, pero también por el contacto físico entre los contagiados.

En el caso de la cepa «clado 1b», esta provoca erupciones cutáneas en todo el cuerpo, mientras que las cepas más ligeras se caracterizan por erupciones y lesiones localizadas en la boca, la cara y los genitales.

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