Moscú.- Bashar al Asad rompió su silencio este lunes con una declaración desde Moscú, donde negó haber huido premeditadamente y aclaró que Rusia solicitó su evacuación, en medio de una Siria sumida en el caos tras la caída de Damasco en manos de insurgentes.

«Mi salida de Siria no fue planificada ni ocurrió en las últimas horas de la batalla, como se ha especulado«, afirmó el derrocado mandatario en un comunicado difundido por Telegram. Según Al Asad, fue Moscú quien pidió su traslado urgente a Rusia la noche del 8 de diciembre, cuando la situación en la base aérea de Jemimim se volvió insostenible debido a un ataque masivo con drones.

El expresidente sirio aseguró que nunca consideró renunciar ni buscar asilo en otro país. «Un presidente no puede abandonar ni traicionar al pueblo y al ejército al que pertenece», sostuvo en su mensaje, titulado Explicación del presidente Bashar al Asad sobre las circunstancias que le llevaron a marcharse de Siria.

Al Asad, quien lideró Siria desde el año 2000 tras la muerte de su padre, Hafez al Asad, señaló que su intención inicial era continuar la lucha. Sin embargo, reconoció que “cuando el Estado cae en manos de terroristas, cualquier cargo pierde sentido”.

Según Al Asad, al llegar a Jemimim, se enteró de que las tropas sirias habían abandonado todas sus posiciones estratégicas, dejando el control del país a una coalición insurgente liderada por islamistas.

Desde su llegada a Rusia, el 8 de diciembre, Al Asad se ha mantenido alejado de los reflectores. Una fuente del Kremlin confirmó que recibió asilo, pero ni él ni su familia han aparecido públicamente.

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