El anuncio de Donald Trump de su acuerdo con Vladimir Putin para entablar negociaciones «inmediatas» con el objetivo de poner fin a casi tres años de guerra entre Ucrania y Rusia ha suscitado amplias reacciones en Alemania.

En relación al posible ingreso de Ucrania en la OTAN, rechazado por Moscú, Trump declaró que no sería «funcional». El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, respaldó estas afirmaciones y consideró poco realista que Ucrania entre en la OTAN o recupere todo el territorio ocupado, incluida la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.

El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, expresó su desaprobación ante las «concesiones» que la administración Trump ha hecho a Rusia antes de iniciar negociaciones formales de paz. Pistorius señaló la importancia de discutir temas como la posible membresía de Ucrania en la OTAN o las posibles pérdidas territoriales en la mesa de negociación.

El Ministerio de Exteriores alemán también se pronunció al respecto, destacando la necesidad de garantizar una paz duradera para Ucrania con sólidas garantías de seguridad y desde una posición de fuerza. La ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, subrayó la importancia de buscar una solución conjunta que incluya a Ucrania y a los europeos.

El canciller alemán, Olaf Scholz, hizo hincapié en que cualquier acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania no debe imponerse a Kiev, enfatizando la importancia de garantizar que la paz no sea dictada unilateralmente. Scholz destacó la necesidad de buscar una solución negociada que involucre a todas las partes involucradas.

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