Un estudio realizado por científicos de UCRiverside reveló la presencia de un peligroso parásito en el agua, el Heterobilharzia americana, que puede causar la muerte de perros por esquistosomiasis canina. Este gusano plano, transmitido por un caracol que habita cerca del río Colorado, puede afectar el hígado y los intestinos de las mascotas.

El parásito, una vez liberado por el caracol, puede sobrevivir alrededor de 24 horas en el agua. Si un perro bebe agua contaminada con este parásito, corre el riesgo de infectarse. Una vez dentro del organismo del perro, el parásito se instala en el revestimiento intestinal, madura y se reproduce, pudiendo llegar a pulmones, bazo, hígado y corazón del animal, causando daños irreparables.

Adler Dillman, nematólogo, explicó que al principio el sistema inmunológico del perro intenta combatir el parásito formando grupos de células llamadas granulomas. Sin embargo, con el tiempo, los tejidos de los órganos afectados dejan de funcionar correctamente, y los síntomas pueden tardar meses en manifestarse.

Desde 2019, en California se han confirmado 11 casos de perros infectados con este parásito, y uno de ellos falleció como resultado de la infección.

Los síntomas de la infección por este parásito incluyen pérdida de apetito, vómitos, diarrea y signos de enfermedad hepática. Los perros infectados deben ser monitoreados de cerca por un veterinario y tratados con medicamentos específicos para este tipo de infección.

Es crucial destacar que el agua potable urbana no está contaminada con este parásito, por lo que se recomienda a los dueños de perros evitar que sus mascotas beban agua de fuentes naturales como ríos o lagos.