Este año, América Latina y el Caribe han presenciado una cifra ‘récord’ de niños y niñas en tránsito a lo largo de las principales rutas migratorias, según informó Unicef. El director regional de la organización, Garry Conille, expresó su preocupación por la magnitud del fenómeno, especialmente destacando el incremento en menores de 11 años que se encuentran en esta situación.

Explosión de menores migrantes en la Selva del Darién

Entre enero y octubre, cerca de 99,995 menores transitaron por la selva del Darién, una cifra que eclipsa los 40,438 registrados en todo el 2022. Estas estadísticas, proporcionadas por fuentes de Unicef, indican una tendencia creciente en otros puntos migratorios de la región. La realidad más preocupante es que la mayoría de estos niños y niñas migrantes son menores de 11 años, quienes enfrentan riesgos significativos, desde malnutrición hasta diversas formas de abuso.

Unicef, basándose en encuestas realizadas en Chile, Colombia y Costa Rica entre octubre y noviembre, revela que siete de cada diez niños y niñas en tránsito en Latinoamérica tienen menos de 11 años. Esta estadística resalta la vulnerabilidad de los grupos más jóvenes ante los desafíos asociados con la migración, incluida la separación familiar, enfermedades infecciosas y malnutrición.

La situación migratoria infantil en América Latina se complica debido a flujos migratorios cada vez más grandes e interconectados, desplazamientos internos, violencia y fenómenos relacionados con el clima, advierte Unicef. La región se encuentra en una encrucijada, enfrentando desafíos humanitarios complejos que incluyen la violencia, los desastres naturales y el desplazamiento interno.

Pronóstico sombrío de migración infantil para 2024

Unicef proyecta que la situación no mejorará en 2024, ya que se estima que 16.4 millones de menores en Latinoamérica necesitarán apoyo humanitario. El fenómeno climático El Niño se espera que empeore la situación, con sequías en América Central y lluvias torrenciales en el sur. Los niños y niñas, lamentablemente, serán los más afectados, perdiendo acceso a servicios esenciales como salud, nutrición y educación.

Ante esta crisis humanitaria, Unicef ha lanzado un llamado urgente para recaudar $711.5 millones de dólares con el objetivo de apoyar la preparación y respuesta de emergencia. Esta ayuda se enfocará en proporcionar a niños, niñas, adolescentes y sus familias acceso a servicios esenciales durante su recorrido migratorio, así como intervenciones integradas para facilitar el acceso a la educación, salud y protección en las comunidades de acogida.

 Logros actuales y desafíos continuos

Unicef destaca que, gracias a las contribuciones de los donantes en 2023, se ha proporcionado atención primaria de salud, vacunas, servicios de nutrición, agua y saneamiento, educación, apoyo psicosocial y reunificación familiar a cerca de 5.2 millones de migrantes y refugiados. Sin embargo, con las crecientes cifras y los desafíos persistentes, la labor humanitaria debe intensificarse para abordar las necesidades cambiantes de esta población vulnerable.

La situación crítica de la migración infantil en América Latina y el Caribe en 2023 demanda una respuesta urgente y coordinada. Unicef, en su rol esencial, busca movilizar recursos para ofrecer un apoyo crucial a los niños y niñas que se encuentran en tránsito, enfrentando riesgos significativos en su búsqueda de un futuro más seguro y estable. La comunidad internacional, consciente de esta crisis humanitaria, está llamada a actuar con compasión y solidaridad para salvaguardar el bienestar de los más vulnerables.

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