El gobierno de China dio su aprobación a partir de este martes las pruebas clínicas de vacunas inactivadas, que fueron desarrolladas por el Instituto de Productos Biológicos de Wuhan, con sede en Beijing, que pudieran combatir la la enfermedad de COVID-19.

Según las autoridades de este país, las pruebas clínicas ya comenzaron y representan la primera partida de dosis para el nuevo Coronavirus, que alcanzan la autorización de pruebas clínicas.

Estos fármacos se basan en versiones muertas para desarrollar la inmunidad, y las vacunas cuentas con un proceso de producción maduro, estándares de calidad controlables y una amplia gama de protección.

Las vacunas pueden utilizarse a gran escala y su seguridad y eficacia pueden ser logradas a través de estándares internacionales.

Una vacuna basada en vectores adenovirus, desarrollada por un equipo de investigación liderado por Chen Wei, miembro de la Academia de Ingeniería de China e investigadora del Instituto de Medicina Militar fue la primera en ser aprobada para el ensayo clínico.

Acompañado de su hija, un hombre de 84 años de edad en Wuhan, fue quien recibió la vacuna el 13 de abril, convirtiéndose en el voluntario más anciano en la segunda etapa de la prueba clínica.

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