En 2024, Riad ejecutó a 117 personas por tráfico de drogas, según una encuesta de la AFP basada en cifras oficiales.

En 2023, las autoridades saudíes lanzaron una campaña antidrogas ampliamente publicitada, que incluyó una serie de redadas y detenciones.

Las ejecuciones por tráfico de drogas han aumentado desde que hace dos años se puso fin a la moratoria sobre el uso de la pena de muerte para delitos relacionados con las drogas.

Arabia Saudita rompió relaciones con Irán en 2016 después de que su embajada en Teherán y su consulado en Mashhad fueran atacados por manifestantes enfurecidos por la ejecución del clérigo chií Nimr al Nimr.

Las relaciones diplomáticas se restablecieron en marzo de 2023, tras un proceso de acercamiento mediado por China.

En 2023, Arabia Saudí llevó a cabo el tercer mayor número de ejecuciones del mundo, solo por detrás de China y el propio Irán, según Amnistía Internacional, que ha documentado la aplicación de la pena de muerte en el reino desde la década de 1990.

El uso de la pena de muerte por parte de Riad es criticado regularmente por grupos de derechos humanos. Las autoridades saudíes dicen que la pena capital es necesaria para mantener el orden público y solo se utiliza como último recurso.