Moscú, Rusia.- La policía rusa arrestó a más de 600 personas, incluidos destacados activistas, durante una manifestación en Moscú para exigir que se permita a los miembros de la oposición presentarse a una elección local en septiembre.

La protesta, que las autoridades habían declarado ilegal, no representaba un gran desafío para el presidente Vladimir Putin y sus aliados, que cuentan con los recursos para disolver tales manifestaciones y encarcelar a sus participantes.

Sin embargo, la presencia de varios miles de personas demostró que muchos activistas no tienen miedo de desafiar a las autoridades en las calles y seguir presionando para que el Kremlin abra a la competencia el sistema político ruso, estrechamente controlado.