El arzobispo de la ciudad de Mosul, Irak, Yunan Hano, instó a los cristianos a unirse en oración y ayuno para pedir perdón a Dios ante lo que él considera un «gran insulto» en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París. La polémica surgió debido a una escena en la inauguración que evocaba a la última cena de Jesús con los apóstoles, pero que incluía a personas vestidas de «drag queens».

El director artístico de la ceremonia, Thomas Jolly, ha negado que se haya inspirado en la última cena para diseñar esa parte del evento, sin embargo, el arzobispo Hano se mostró indignado y expresó su descontento en declaraciones a la agencia AFP. Según él, el comportamiento durante la ceremonia fue un insulto a los símbolos religiosos y pidió perdón a Dios por ello.

Religiosos reaccionan a performance de los JO

En un comunicado anterior, la Iglesia católica de Irak también expresó su disgusto por lo ocurrido en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, calificando el evento como vergonzoso y ofensivo para la fe y los sentimientos de los cristianos en todo el mundo. La Conferencia episcopal de Francia también se sumó a las críticas, lamentando las «escenas de mofa del cristianismo» que se presentaron en la ceremonia.

Ante estas críticas y la controversia generada, el arzobispo Yunan Hano instó a todos los cristianos a unirse en oración y ayuno para pedir perdón a Dios por lo sucedido en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París. En un país que se caracteriza por la laicidad y la diversidad religiosa, el arzobispo considera que un comportamiento que ofende los símbolos religiosos no debería tener cabida.

Además, la Conferencia Episcopal Española secundó al mensaje francés, citando un fragmento del comunicado en el que los Juegos Olímpicos van más allá de las ideologías. «Pensamos en todos los cristianos de todos los continentes que se han visto heridos por el exceso y la provocación de determinadas escenas. Esperamos que comprendan que la celebración olímpica va mucho más allá de los prejuicios ideológicos de algunos artistas».

Altos mandos cristianos como el Papa Francisco o el Vaticano no se han pronunciado al respecto, pero se espera que tengan una postura al margen, ya que, en redes sociales, el Máximo Pontífice ha mostrado su apoyo a los Juegos Olímpicos.

La última cena es un evento sagrado en la tradición cristiana y su representación en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos ha generado controversia y descontento entre la comunidad cristiana en Irak y en todo el mundo. La llamada a la oración y al ayuno por parte del arzobispo Hano busca expresar el deseo de reconciliación y perdón en medio de la polémica.

Organizadores nunca pretendieron faltar al respeto

Los organizadores de los Juegos Olímpicos de París 2024 se disculpan por representación de la «Última Cena» que causó controversia en la reciente ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024.

En la escena, inspirada en la famosa pintura de Leonardo Da Vinci, Jesucristo y sus apóstoles fueron representados de una manera inusual, con la presencia de drag queens, una modelo transexual y un cantante desnudo interpretando al dios griego del vino, Dionisio. Esta representación ha sido interpretada como una parodia de la escena bíblica.

Ante las críticas y la indignación de algunos sectores religiosos, Thomas Jolly, director artístico y artífice de la ceremonia inaugural, afirmó que su intención nunca fue la subversión religiosa.

«Está claro que nunca hubo intención de faltar al respeto a ningún grupo religioso. La ceremonia de apertura buscaba celebrar la tolerancia y la diversidad», declaró Anne Descamps, portavoz de París 2024, en una rueda de prensa.

Descamps también añadió que, aunque entienden las reacciones adversas, creen que lograron transmitir un mensaje de inclusión y tolerancia a través de la representación.

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