El martes fue la peor jornada de trabajo para un taxista argentino, a quien asaltaron a punta de pistola. Los ladrones simularon salir de un hospital y en pleno viaje sacaron el arma, lo obligaron a esquivar un control y lo encerraron en el baúl del auto.

Los delincuentes tomaron el volante y huyeron a toda velocidad mientras eran perseguidos por personal policial. Según relató la víctima, iban a 140 kilómetros por hora y a él le rebotaba la cabeza.

El chofer entró en pánico, temió por su vida: “Gracias a Dios no tumbaron, encima la Policía disparaba y yo estaba en el baúl”. En ese momento solo pensó en su familia.

De acuerdo a lo que contó, fueron entre 10 y 20 minutos. Hasta que los ladrones frenaron y lo abandonaron en un descampado. Escaparon corriendo y se escondieron en un callejón.

El taxista pudo salir por sus propios medios. Los asaltantes, que tendrían 16 y 17 años, le sustrajeron su celular y la recaudación del día. El vehículo fue secuestrado para ser periciado.

Dramático testimonio

Daniel Rivadero contó su traumática experiencia y agradeció «a Dios por estar con vida». «Me pidieron hasta las zapatillas. No entré en pánico cuando me metieron al baúl porque era perjudicial para mi salud», explicó.

Después contó cómo abrió el baúl para poder salir y revivió el momento en el que un efectivo de la Policía de Córdoba le apuntó con el arma al pensar que era un delincuente.

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