Este sábado, un atentado con bomba sacudió las inmediaciones de una comisaría de policía en la conflictiva región suroeste de Pakistán, dejando a dos menores sin vida y a otras 15 personas heridas, entre ellas agentes y transeúntes, según informaron las autoridades locales.

El trágico incidente ocurrió en el distrito de Pishin, en la provincia de Baluchistán, donde la explosión de una bomba caminera sorprendió a la comunidad, sembrando el caos y la desolación. Algunos de los heridos fueron trasladados de urgencia a hospitales cercanos en estado crítico, mientras que los cuerpos de las víctimas mortales fueron llevados al depósito.

Hasta el momento, ningún grupo ha reclamado la autoría del acto de violencia, pero se presume que podrían estar involucrados grupos separatistas que han intensificado sus ataques contra las autoridades y la población civil en los últimos meses.

El ministro del Interior de Pakistán, Mohsin Naqvi, condenó enérgicamente el ataque y expresó su profundo pesar por la pérdida de vidas inocentes, calificando a los responsables como seres inhumanos. La comunidad internacional ha manifestado su repudio ante este tipo de acciones que atentan contra la vida de los más vulnerables.

Las autoridades locales han reforzado las medidas de seguridad en la zona y han iniciado una exhaustiva investigación para dar con los responsables del atentado. Se espera que en las próximas horas se puedan obtener más detalles sobre este trágico suceso que ha conmocionado a toda la comunidad.

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