Tel Aviv.- Al menos 72 personas perdieron la vida como consecuencia de un devastador ataque israelí contra un edificio residencial en la localidad de Beit Lahiya en la Franja de Gaza. La Defensa Civil palestina confirmó la lamentable noticia, destacando que el edificio se encontraba lleno de desplazados previos de Yabalia, quienes huían de los bombardeos israelíes en el enclave.

El portavoz de la Defensa Civil palestina, Mahmud Basal, informó sobre la terrible situación y reveló que Hamás condenó el acto como un «bombardeo criminal», resaltando que una tercera parte de las víctimas eran menores de edad. El movimiento también denunció la intensificación del genocidio, la limpieza étnica y la venganza brutal contra civiles indefensos por parte de Israel, ante la atenta mirada del mundo.

La condena internacional no se hizo esperar, pues Nabil Abú Rudeina, portavoz de la Presidencia palestina, calificó las masacres como una muestra del apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la ocupación israelí. Además, el Ministerio de Exteriores jordano se pronunció con firmeza contra los ataques en Beit Lahia y en una escuela convertida en albergue en el campo de desplazados de Al Shati, donde perdieron la vida al menos diez personas y más de 20 resultaron heridas.

Según el portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Sufian al Qudá, estos actos constituyen una flagrante violación de las normas del derecho internacional y de la Convención de Ginebra sobre la Protección de los Derechos Humanos. La comunidad internacional ha sido llamada a reaccionar de manera eficaz y decidida para detener la agresión israelí, que se ha vuelto sistemática y sin precedentes en la región.

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