En medio de la creciente tensión entre Ucrania y Rusia, un ataque ucraniano impactó en una infraestructura energética en territorio ruso, causando daños significativos y desatando una serie de eventos que elevaron la escalada de violencia entre ambas naciones.

Según informes de una fuente ucraniana de Defensa, la madrugada del sábado fue el escenario de un ataque coordinado que involucró el uso de drones para impactar ocho regiones rusas, alcanzando depósitos de combustible y tres estaciones eléctricas. Al menos tres subestaciones eléctricas y un depósito de combustible resultaron alcanzados y se incendiaron, con el objetivo claro de afectar la infraestructura energética que suministra al complejo militar-industrial ruso.

Las autoridades ucranianas destacaron que esta acción fue parte de una operación conjunta entre los servicios de seguridad ucranianos (SBU), los servicios de inteligencia militar y las fuerzas armadas. Esta ofensiva se enmarca en una serie de ataques llevados a cabo por Ucrania en las últimas semanas, especialmente dirigidos a infraestructuras energéticas en territorio ruso como una respuesta a la invasión de Moscú hace dos años.

El gobernador de la región de Smolensk, en Rusia, señaló que Ucrania había atacado una instalación petrolífera y energética con drones, lo que desencadenó la activación de las fuerzas de defensa aérea para neutralizar la amenaza. Sin embargo, el resultado fue la ignición de un depósito que contenía combustible y productos lubricantes, generando una situación de riesgo para la población cercana.

El Ministerio de Defensa de Rusia reportó la interceptación de 50 drones ucranianos durante la noche, evidenciando la magnitud de la operación llevada a cabo por Ucrania. En la región de Bélgorod, en la frontera con Ucrania, se contabilizaron dos muertes como resultado de los ataques de drones ucranianos, incluyendo el fallecimiento de una mujer embarazada en una agresión posterior.

Mientras tanto, Rusia respondió lanzando al menos siete misiles contra Ucrania durante la noche, dos de los cuales fueron derribados por la defensa antiaérea ucraniana. Uno de los bombardeos en la ciudad de Vovchansk provocó la muerte de dos personas y dejó dos heridos, tras alcanzar un edificio residencial de nueve plantas.

El gobernador de la región de Járkov, en Ucrania, compartió una impactante imagen que mostraba una montaña de escombros cerca de un edificio residencial parcialmente derrumbado, como resultado de la violencia desatada en la región.

Los ataques cruzados entre Ucrania y Rusia han elevado la preocupación internacional por una escalada de violencia que parece no dar tregua. La vulnerabilidad de las infraestructuras energéticas en ambos países se ha convertido en blanco de una batalla invisible que pone en peligro la estabilidad en la región.