Rio de Janeiro, Brasil.- A medida que el resto del mundo comienza a salir de la pandemia, Brasil está siendo devastado por COVID-19, con una variante más contagiosa que se propaga y las muertes aumentan, particularmente entre los más jóvenes.

La nación sudamericana ya ha registrado más de 307 mil muertes por COVID-19, la segunda en el mundo detrás de Estados Unidos, y el total diario de muertes pronto podría llegar a 4 mil. El virus se cobró 3 mil 650 vidas solo el viernes.

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La crisis tiene implicaciones para la propagación global, y la variante brasileña P.1 ya apareció en un paciente en la ciudad de Nueva York a principios de este mes.

El Dr. José Antônio Curiati, supervisor del Hospital das Clínicas de Sao Paulo, el complejo hospitalario más grande de América Latina, describió las camas llenas y la afluencia interminable de pacientes.

Pronto se acabará el suministro de sedantes necesarios para la intubación en las unidades de cuidados intensivos.

«Cuatro mil muertes al día parecen estar a la vuelta de la esquina», dijo Curiati a Associated Press.

Casi un tercio de los que mueren en Brasil son menores de 60 años, según un análisis del Wall Street Journal.

Eso se compara con un promedio de alrededor del 26 por ciento durante el pico anterior del brote entre junio y agosto.

Menos del 2 por ciento de la población de Brasil está ahora completamente vacunada.