Automotrices de Estados Unidos se preparan para lanzar una ola de nuevos vehículos después de llegar a un acuerdo con el sindicato United Auto Workers (UAW) y poner fin a la huelga de seis semanas que afectó a la producción en Detroit. Stellantis, Ford y General Motors revelaron sus planes de fabricar una variedad de vehículos, incluidos modelos eléctricos, con el objetivo de mantener y crear empleos en la industria automotriz.

Una de las automotrices que lidera este impulso es Stellantis, que tiene planes de fabricar una nueva camioneta de tamaño medio y versiones con batería de seis vehículos de marcas como Jeep, Ram y Dodge.

Por su parte, Ford tiene previsto lanzar al menos tres nuevos vehículos eléctricos, mientras que General Motors planea fabricar al menos seis nuevos modelos eléctricos, incluyendo una camioneta SUV de tamaño completo.

Estos planes de producción forman parte de los acuerdos contractuales provisionales alcanzados con el UAW. Además de mejorar los salarios y las prestaciones y garantizar la seguridad del empleo, los acuerdos también establecen los vehículos que serán fabricados en los próximos años y las fábricas en las que se llevará a cabo su producción.

Según los detalles de los acuerdos, algunas de las automotrices se enfocarán en continuar la fabricación de vehículos ya existentes, pero también se prevé la producción de modelos nuevos en los próximos años. Estas decisiones son clave para seguir impulsando la industria automotriz en Estados Unidos y mantener la competitividad a nivel global.

UAW someterá a votación los acuerdos alcanzados

El sindicato United Auto Workers someterá los contratos a votación por parte de sus 146,000 miembros, quienes tendrán la oportunidad de expresar su opinión sobre los acuerdos en las próximas dos semanas. Sin embargo, los trabajadores de 10 plantas de Ford que ya han votado se mostraron abrumadoramente a favor de los acuerdos propuestos.

El hecho de que las automotrices estén comprometidas en la producción de nuevos vehículos eléctricos en distintas fábricas es un logro particular para el sindicato y para la industria en general. La expansión de la producción de vehículos eléctricos no solo garantiza la continuidad de empleos, sino que también podría generar nuevas oportunidades laborales, en función de la demanda y la transición acelerada hacia los vehículos eléctricos en el país.

Todas las automotrices asumieron el compromiso de invertir en la fabricación de vehículos eléctricos a largo plazo, con el objetivo de que representen aproximadamente la mitad de sus ventas en Estados Unidos para 2030. En línea con esta visión, el gobierno estadounidense aumentó los créditos fiscales federales a los compradores de vehículos eléctricos nuevos y usados a través de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022.

Con la finalización de la huelga y la reactivación de la producción de automóviles en Estados Unidos, las automotrices están listas para invertir en nuevas tecnologías y modelos, impulsando tanto la economía como la transformación de la industria automotriz hacia la movilidad sostenible. El futuro se presenta emocionante y prometedor para las automotrices de Estados Unidos.

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