Franja de Gaza.- Las autoridades de la Franja de Gaza han anunciado que más de 700 personas con pasaporte extranjero podrían abandonar el enclave a través del paso de Rafá, en la frontera con Egipto. Esta medida se lleva a cabo como parte de los esfuerzos por garantizar la seguridad y el bienestar de los ciudadanos extranjeros en medio de la situación actual en Gaza.

Según informó la Autoridad General para Cruces y Fronteras en la Franja de Gaza, dependiente del Ministerio del Interior gazatí, un total de 710 personas han recibido autorización para abandonar el territorio. Entre ellas se encuentran 159 ciudadanos alemanes, 103 rumanos y 101 ucranianos. También se ha autorizado la salida de 80 personas con pasaporte canadiense, 61 con documentos franceses, 51 de Moldavia y 46 de Filipinas. Además, dos personas con ciudadanía canadiense han recibido la autorización correspondiente.

Las autoridades han señalado que las personas que tienen permiso para salir deben estar presentes a las 7:00 a.m. en el pasillo exterior del cruce. Asimismo, es necesario presentar un documento de ‘no objeción’ para el viaje de niños, en caso de que vayan acompañados por uno de los progenitores.

Autoridades de Gaza afirman que quedan más de 900 mil personas atrapadas

Es importante destacar que el paso de Rafá fue reabierto el pasado 2 de noviembre, después de haber permanecido cerrado desde el 7 de octubre. Su apertura tuvo como objetivo permitir la evacuación de heridos y la salida de ciudadanos extranjeros. Anteriormente, el paso solo fue abierto en ocasiones específicas para permitir la entrada de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza.

En medio de esta situación, las autoridades gazatíes han informado que alrededor de 900.000 civiles se encuentran actualmente en la zona norte del enclave. Según el portavoz del Ministerio del Interior gazatí, Iyad al Bazum, más de 310.000 personas se encuentran en centros de acogida en la parte norte de Gaza. Lamentablemente, sin recibir ningún tipo de ayuda humanitaria desde hace un mes.

Al Bazum ha denunciado la grave situación en la que se encuentra la población gazatí, mencionando que todas las panaderías han tenido que cerrar debido a la falta de combustible y harina. Además, ha resaltado que la población se ve obligada a consumir agua no potable debido al corte del suministro de agua por parte de Israel y a la suspensión de los trabajos en las plantas desalinizadoras por la falta de combustible.

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