Un informe preliminar sobre el accidente ocurrido el 17 de febrero en Toronto ha arrojado detalles inquietantes sobre el avión de Delta Air Lines que volcó al aterrizar.

Según la Junta de Seguridad del Transporte de Canadá (TSB, por sus siglas en inglés), la aeronave descendió a una velocidad excesivamente rápida justo antes del impacto con la pista, lo que contribuyó al desenlace del incidente.

El avión, un Bombardier CRJ-900, transportaba 76 pasajeros y cuatro tripulantes desde Minneapolis, Estados Unidos, hacia la ciudad canadiense. Durante el aterrizaje, la aeronave no logró tocar tierra suavemente, sino que impactó con fuerza la pista antes de volcarse y generar una explosión que dejó a 21 personas hospitalizadas.

Aunque el informe preliminar no establece la causa exacta del accidente, los hallazgos de la TSB indican que la velocidad de descenso del avión estaba muy por encima de los estándares seguros.

Solo 20 segundos antes de tocar la pista, la aeronave descendía a 672 pies por minuto (fpm). Sin embargo, menos de un segundo antes de aterrizar, la velocidad de descenso había alcanzado alarmantes 1,110 fpm.

Esta tasa de descenso fue calificada como «considerablemente superior a los criterios de aterrizaje forzoso», según el exinvestigador de la TSB, David McNair.

Investigación en curso

La investigación en curso aún no ha identificado la causa definitiva de este desafortunado incidente. En un comunicado emitido por la TSB, se indicó que «muchas preguntas siguen sin respuesta», y que los hallazgos preliminares podrían cambiar a medida que se recopile más información en las próximas semanas o meses.

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Este informe pone en evidencia la complejidad de los accidentes aéreos, ya que, aunque se ha identificado una posible irregularidad en la velocidad de descenso, las causas subyacentes que llevaron a esta situación siguen siendo objeto de investigación.

El vuelo 1373 de Delta Air Lines tenía como destino Toronto, una de las ciudades más grandes de Canadá, y aunque las autoridades aéreas continúan con el análisis, la prioridad es garantizar la seguridad de los pasajeros y prevenir accidentes similares en el futuro.

A medida que se avanza en la investigación, se espera que la TSB brinde más detalles sobre las circunstancias que llevaron a este accidente y, posiblemente, la causa que pudo haber influido en el comportamiento anómalo de la aeronave.