Este domingo 09 de marzo en el sur de Pensilvania, una avioneta se estrelló en el estacionamiento de una residencia de jubilados en el municipio de Manheim, a las afueras del aeropuerto de Lancaster.

Testigos describieron el momento en el que la aeronave perdió estabilidad y se desplomó, impactando contra el suelo y envolviéndose en llamas.

Según los informes policiales, el incidente ocurrió alrededor de las 15:00, hora local, sin que se proporcionara información inmediata sobre posibles víctimas mortales o heridos. Imágenes compartidas en redes sociales mostraban humo negro saliendo de los restos del avión y varios vehículos incendiados en el estacionamiento.

Uno de los testigos, Brian Pipkin, relató a medios locales que la avioneta comenzó a perder estabilidad poco después de despegar, ascendiendo inicialmente antes de girar hacia la izquierda y caer lateralmente al suelo.

Pipkin describió la intensidad del calor generado por el incendio como abrumadora, comparándola con la sensación de abrir un horno a altas temperaturas.

Autoridades locales y estatales se encuentran coordinando la respuesta al accidente, con la Policía Estatal de Pensilvania y la Oficina de Policía de la Ciudad de Lancaster atendiendo la situación en el lugar del siniestro.

El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, manifestó en redes sociales el compromiso del estado en brindar toda la ayuda necesaria.

La Administración Federal de Aviación ha anunciado que llevará a cabo una investigación para determinar las causas del accidente.

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Este hecho se suma a una serie de eventos aéreos recientes en Estados Unidos, incluyendo una colisión en el aire en enero, que resultó en una de las tragedias aéreas más mortales registradas.

Un informe de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte ha arrojado luz sobre el trágico incidente de la colisión entre un helicóptero militar y un avión comercial ocurrido cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en las afueras de Washington, DC.

El informe destacó que el helicóptero volaba por encima de la altitud permitida en ese momento, lo que provocó la muerte de las 67 personas a bordo de ambas aeronaves.

En medio de estos eventos alarmantes, la FAA y la NTSB se mantienen en alerta para investigar y prevenir futuros incidentes aéreos que pongan en riesgo la seguridad de las personas.

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