En Haití, bandas armadas, que mantienen el control en gran parte de Puerto Príncipe, perpetraron un asalto a la Biblioteca Nacional del país. Dangelo Néard, director general de la institución, informó que los delincuentes saquearon los muebles de la biblioteca y destrozaron su generador, poniendo en peligro valiosos fondos documentales que datan de más de 200 años.

«Nuestros documentos raros y de importancia patrimonial corren el riesgo de ser incendiados o dañados por estos bandidos, lo cual representa un golpe duro al pensamiento haitiano», expresó Néard.

UNESCO condena actos vandálicos

Este no es un caso aislado, ya que en la última semana, los grupos armados también atacaron y saquearon las instalaciones de la Escuela Nacional de las Artes y de la Escuela Normal Superior, acciones que fueron condenadas por la UNESCO en un comunicado.

Estos actos vandálicos contra instituciones educativas vitales para el país tienen consecuencias devastadoras para el futuro de la sociedad haitiana, advirtió la organización internacional. Después de un breve lapso de disminución de la violencia, las pandillas reanudaron sus asaltos en distintos barrios de Puerto Príncipe.

Estas bandas se unieron a finales de febrero para atacar lugares estratégicos de la capital, como sedes del gobierno, el aeropuerto, el puerto, comisarías y cárceles, en un intento de desafiar al impopular primer ministro Ariel Henry y sembrar terror en la ciudad.

Crisis política en Haití

Mientras la violencia y la inseguridad se apoderan de las calles, Haití, que no ha celebrado elecciones desde 2016, enfrenta un complejo proceso de transición política. Henry anunció su renuncia y la cesión del poder a un consejo presidencial de transición conformado por distintos sectores de la sociedad haitiana, sin embargo, más de tres semanas después, el país sigue a la espera del nombramiento de este consejo.

Entre desacuerdos internos y dilemas legales, el proceso de transición sufre retrasos que sumen a la población en una incertidumbre aún mayor. Leslie Voltaire, representante del partido Fanmi Lavalas en el consejo, cuestionó la gestión de Henry, acusándolo de inacción ante la inseguridad y la miseria del pueblo haitiano.

La Comunidad del Caribe (Caricom), encargada de supervisar las negociaciones en Haití, también es objeto de críticas por parte de Voltaire, quien considera que se precipitó al exigir los nombres del consejo antes de llegar a un acuerdo político definitivo.

La violencia generada por las pandillas obligó a más de 53 mil personas a huir de Puerto Príncipe en busca de refugio, agravando aún más la grave crisis humanitaria que enfrenta el país. La escasez de alimentos, medicamentos y otros productos básicos se ha vuelto aún más aguda con los recientes saqueos a farmacias en la capital, dificultando el acceso de la población a la atención médica necesaria.