Washington.- El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha generado polémica al declarar el 31 de marzo como el «Día de la Visibilidad Transgénero», coincidiendo con el Domingo Santo por la celebración de la Pascua. La proclamación emitida el viernes pasado por el mandatario demócrata busca elevar las vidas y las voces de las personas transgénero en todo el país, promoviendo la eliminación de la violencia y la discriminación basadas en la identidad de género.

Sin embargo, esta decisión ha desatado críticas por parte de su principal rival en las elecciones de noviembre, Donald Trump, y de los conservadores religiosos del Partido Republicano. La campaña de Trump ha acusado a Biden de ser insensible a la religión al superponer esta designación con la celebración de la Pascua, considerada una de las festividades más sagradas del cristianismo.

La secretaria de prensa de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, ha solicitado una disculpa a la Casa Blanca por «insultar» a los católicos y cristianos que consideran el 31 de marzo como un día dedicado únicamente a la resurrección de Jesucristo. Por su parte, el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha calificado la decisión de Biden como «escandalosa y aborrecible», afirmando que se ha traicionado el principio central de la Pascua.

Ante las críticas, el vocero de la Casa Blanca, Andrew Bates, ha defendido la decisión de Biden, argumentando que busca unir a las personas y proteger la dignidad y las libertades de todos los estadounidenses. Bates ha destacado que el presidente Biden, como católico devoto, respeta la Pascua y no utilizará su fe con propósitos políticos o de lucro.

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