Este martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tomó una decisión histórica al retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, una medida impuesta por su predecesor, Donald Trump.

Esta acción, que ha generado fuertes repercusiones en el ámbito político internacional, forma parte de un proceso que busca propiciar la liberación de varios presos cubanos con la mediación del Vaticano.

Altos cargos de la Administración estadounidense informaron a la prensa que la evaluación realizada no encontró evidencia que respalde la designación de Cuba como patrocinador estatal del terrorismo.

Según un funcionario que prefirió mantener el anonimato, esta medida se ha tomado como un gesto de buena voluntad para facilitar la liberación de las personas que se encuentran injustamente detenidas en la isla.

Sin embargo, esta decisión podría revertirse en los próximos días, ya que se espera que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos.

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La Casa Blanca anunció oficialmente que Cuba ha sido retirada de la lista de países patrocinadores del terrorismo. En el comunicado, Joe Biden certificó que el régimen cubano no ha apoyado actos terroristas en los últimos seis meses y ha dado garantías de no… pic.twitter.com/4J8DXIdugb

— UHN Plus – En Español (@UHN_Plus) January 14, 2025

Además, Marco Rubio, ferviente defensor de sanciones contra Cuba debido a sus raíces cubanas, ocuparía el cargo de secretario de Estado, lo que podría cambiar el panorama actual de las relaciones bilaterales.

La designación de Cuba como país promotor del terrorismo fue restablecida por la administración Trump el pasado 11 de enero de 2021, argumentando el apoyo de la isla al líder venezolano Nicolás Maduro y su negativa a extraditar a rebeldes colombianos, entre otros motivos.

Esta decisión fue una de las últimas acciones en política exterior que Trump emprendió durante su primer mandato.

Ante esta situación, grupos de derechos humanos y activistas, incluyendo la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, han estado presionando a la administración de Biden para que levante la designación y promueva un acercamiento más dialogante con Cuba.

La decisión final dependerá de cómo evolucionen las relaciones entre ambos países en los próximos meses.

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