La magistrada Blanca Alfaro, integrante del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala, anunció este domingo que el martes podría presentar su renuncia a su puesto, después de que se lleve a cabo la segunda vuelta electoral entre Sandra Torres y Bernardo Arévalo de León .

Alfaro explicó que estaba haciendo un análisis personal y que iba a conversar con su familia sobre su decisión. “Creo que mi función termina con esta elección, para eso me eligieron y no renuncié antes porque era el momento de cumplir con el país y de finalizar esta elección”, expresó.

La magistrada del TSE aseguró que se sentía agradecida con Dios y con la gente, pero que también había vivido momentos difíciles y amenazas a su integridad durante el proceso electoral

“No había visto yo elecciones tan complicadas, con tanta polarización y también, por qué no decirlo, nosotros los que venimos de organizaciones políticas, también hay lastimaduras, hay heridas. Estamos confrontados y eso no es bueno en una democracia”, indicó.

Alfaro también mencionó que estaba dispuesta a enfrentar cualquier investigación judicial como una ciudadana común y corriente, y que renunciaría para evitar un proceso de antejuicio. “Los abuelos decían que la cárcel no mata”, resaltó.

La posible renuncia de Alfaro se produce en medio de una serie de acciones legales que han surgido durante el actual proceso electoral, entre ellas una denuncia por parte del Ministerio Público (MP) contra el TSE y el partido Movimiento Semilla por supuestas irregularidades en la inscripción de candidatos.

Asimismo, un reportaje del diario estadounidense New York Times reveló que Alfaro se presentó con un paquete de dinero ante la embajada de EE.UU. en 2022 para denunciar que había sido sobornada junto al resto de magistrados por parte de personas del círculo íntimo al presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei.

El TSE es el órgano encargado de organizar, dirigir y supervisar las elecciones generales y otras consultas populares en Guatemala. Está integrado por cinco magistrados titulares y cinco suplentes, elegidos por el Congreso para un período de seis años.

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