El Gobierno de Bolivia ha confirmado que la superficie devastada por los incendios forestales en el país andino asciende a casi 10 millones de hectáreas, siendo la región oriental de Santa Cruz la más afectada por el fuego, según declaraciones realizadas este domingo.

Eulogio Nuñez, director del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), informó que, tras cruzar datos del Sistema de Información y Monitoreo de Bosques (SIMB) con la base de datos del INRA, se determinó que las áreas afectadas por las quemas alcanzan los 9,8 millones de hectáreas a nivel nacional.

De esta cifra, el 68% corresponde a Santa Cruz, el 28% a Beni y el 3% al norte de La Paz. Esta información muestra un dramático aumento en comparación con los 3,8 millones de hectáreas reportadas a principios de septiembre por el Gobierno.

La fundación privada Tierra indicó que el impacto de los incendios alcanza los 10,1 millones de hectáreas, calificando la situación como un desastre sin precedentes. A pesar de los esfuerzos por contener el fuego, este aún persiste en 26 municipios de las regiones afectadas.

Por su parte, el presidente Luis Arce ha anunciado la movilización del Ejército para colaborar en la extinción de los incendios y buscar a los responsables de causarlos. Arce ha pedido a la Fiscalía actuar contra aquellos que provocan intencionalmente los incendios, instando al pueblo boliviano a expresar su repudio hacia estas acciones que generan un impacto negativo en el país.

La respuesta del Gobierno ha sido desplegar más de 1.700 efectivos de las Fuerzas Armadas para sumarse a los esfuerzos de extinción. Los incendios forestales en Bolivia son un problema recurrente, principalmente durante esta época del año, siendo atribuidos en su mayoría a los ‘chaqueos’ o quemas controladas autorizadas para actividades agrícolas y de pastoreo.

Bolivia declara «desastre nacional»

Ante la magnitud de la crisis, Bolivia ha declarado «desastre nacional» y ha implementado una «pausa ambiental» que suspende temporalmente las quemas controladas como medida preventiva.

Mientras tanto, la devastación provocada por los incendios forestales en Bolivia continúa siendo un desafío para las autoridades y la sociedad en su conjunto, evidenciando la urgente necesidad de fortalecer las medidas de prevención y protección del medio ambiente en el país andino.

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