En medio de las tensiones y protestas que están teniendo lugar en Bolivia, la ministra de Relaciones Exteriores, Celinda Sona, ha enviado una carta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para alertar sobre posibles actos de desestabilización liderados por Evo Morales. En dicha comunicación, la ministra expresó que si bien el Estado boliviano respeta el derecho a la protesta, ha observado con preocupación una marcha violenta encabezada por el exmandatario que se dirige hacia La Paz. Según la cancillería boliviana, la meta principal de Morales sería alterar el mandato constitucional actual mediante un adelanto de las elecciones nacionales para buscar una nueva candidatura, a pesar de que la constitución no lo permita.
Hemos expuesto ante la comunidad internacional los actos de desestabilización contra nuestro Gobierno, por lo cual enviamos cartas al Secretario General de United Nations (@ONU_es), António Guterres (@antonioguterres); 1/4 pic.twitter.com/BIvtT6lCuz
En este sentido, se ha hecho hincapié en el compromiso del Gobierno boliviano con la democracia, los derechos humanos y el diálogo como vía para resolver diferencias. Las últimas semanas han estado marcadas por protestas de seguidores de Evo Morales que exigen la renuncia anticipada del presidente, Luis Arce, y otros reclamos por la situación política y social en el país. En respuesta, Morales ha acusado a Arce de orquestar un intento de golpe de Estado, describiéndolo como un montaje. Por su parte, el presidente Arce ha advertido que la marcha liderada por Morales busca promover un golpe de Estado para que asuma la presidencia el titular del Senado, Andrónico Rodríguez.
La intervención de la ONU en Bolivia
Las tensiones políticas en Bolivia han llevado a la solicitud de intervención de la ONU para monitorear la situación y garantizar el respeto a la democracia y los derechos de los ciudadanos. En respuesta a la carta de la cancillería boliviana, la ONU ha manifestado su disposición a seguir de cerca los acontecimientos en el país sudamericano y ha llamado a la calma y al diálogo como vías para resolver los conflictos. En medio de esta crisis política, las autoridades bolivianas han reiterado su compromiso con la estabilidad y la paz en el país, así como su determinación de garantizar el respeto a la constitución y el Estado de derecho.
Mientras tanto, el exmandatario Evo Morales ha hecho un llamado a la solidaridad internacional y ha denunciado una supuesta persecución política en su contra. La comunidad internacional ha estado atenta a los sucesos en Bolivia y ha llamado a todas las partes involucradas a actuar con responsabilidad y respeto a las normas democráticas. En un momento crucial para el país, la presión sobre el Gobierno, la oposición y las fuerzas sociales se intensifican, en un escenario de incertidumbre y polarización política.
En este contexto, la ONU jugará un papel fundamental en la supervisión de la situación en Bolivia y en el llamado a todas las partes a buscar soluciones pacíficas y consensuadas. La estabilidad política y social del país sudamericano está en juego, y la comunidad internacional estará atenta a los acontecimientos que marcarán el futuro de Bolivia en los próximos días.