Este sábado, cuatro observadores de la ONU resultaron heridos por un obús en el sur de Líbano, en medio de crecientes tensiones en la frontera entre Israel y el movimiento chiita Hezbolá. El organismo de la ONU encargado de la Vigilancia de la Tregua (ONUST) reportó que los observadores militares resultaron heridos mientras patrullaban a lo largo de la Línea Azul, la frontera con Israel, cuando un obús estalló cerca de ellos.

La ONUST instó a todas las partes involucradas a detener los intensos enfrentamientos y a respetar la seguridad de los observadores. Creado en 1948 tras la primera guerra israelo-árabe, este organismo consta de observadores no armados y se diferencia de la FINUL, la Fuerza Provisional de la ONU para el Líbano, con unos 10 mil cascos azules desplegados en la frontera sur del Líbano.

Según la agencia de prensa ANI, los ataques a la región de Rmeish, donde ocurrió el incidente, fueron perpetrados por la «aviación enemiga», refiriéndose a las fuerzas israelíes. El primer ministro libanés, Najib Mikati, condenó el incidente como «peligroso», mientras que el Ejército israelí negó haber atacado intencionalmente a la FINUL en la zona.

Desde el estallido de la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza hace seis meses, las hostilidades entre el ejército israelí y Hezbolá han aumentado, con enfrentamientos casi diarios en la frontera entre Israel y Líbano. Esta escalada de tensiones plantea serias preocupaciones sobre la estabilidad en la región y la seguridad de los civiles y observadores de la ONU que trabajan en la zona.

Las repercusiones de estos incidentes podrían tener un impacto significativo en la situación política y militar en Oriente Medio, especialmente en un contexto de alto riesgo de conflicto. Las autoridades internacionales piden la calma y el diálogo para resolver las disputas en la región, mientras se espera una respuesta clara de Israel y Hezbolá sobre el incidente que dejó a cuatro elementos de la ONU heridos en Líbano.