Brasil ha decidido poner fin a la migración ilegal de asiáticos que utilizan al país como paso intermedio para llegar a Estados Unidos y Canadá. A partir del próximo lunes, los viajeros que no cuenten con un visado válido tendrán que seguir con su viaje aéreo o regresar a su país de origen, según informó la oficina de prensa del Ministerio de Justicia.

La medida, anunciada por la oficina de prensa del Ministerio de Justicia el miércoles, busca poner fin a la práctica detectada por la Policía Federal en la que migrantes asiáticos utilizan Brasil como punto de partida para dirigirse hacia países del norte del continente americano. Esta decisión afectará principalmente a los migrantes asiáticos que necesitan visas para permanecer en Brasil. Según documentos oficiales proporcionados a The Associated Press, más del 70% de las solicitudes de refugio en el aeropuerto internacional de Sao Paulo provienen de personas con nacionalidad india, nepalí o vietnamita. Estos migrantes suelen comprar vuelos con escala en Sao Paulo y luego optan por quedarse en Brasil para continuar con su viaje hacia el norte.

El impacto esperado de las restricciones en Brasil

Con la implementación de estas restricciones, Brasil busca combatir la migración ilegal y asegurar que los extranjeros cumplan con los requisitos legales para permanecer en el país. Esta política también tiene como objetivo reducir la presión migratoria hacia Estados Unidos y Canadá, países que son destinos finales para muchos migrantes asiáticos. Brasil se une así a otros países que han implementado medidas para controlar la migración ilegal y reforzar sus fronteras.

La entrada en vigor de esta nueva normativa a partir de la próxima semana marcará un antes y un después en la política migratoria del país sudamericano. Brasil ha decidido restringir la entrada de extranjeros provenientes de Asia para reducir la migración hacia Estados Unidos y Canadá. A partir del próximo lunes, los viajeros sin visado válido tendrán que continuar su viaje aéreo o regresar a su país de origen. Una medida contundente que busca combatir la migración ilegal y asegurar que los extranjeros cumplan con las normativas migratorias vigentes.

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