En medio de una polémica creciente, duras críticas caen sobre el secretario del Interior del Reino Unido, James Cleverly, por hacer una broma sobre drogar a su esposa. Estas declaraciones surgieron apenas horas después de que Cleverly anunciara planes para combatir la práctica de drogar a mujeres con el fin de violarlas. Cleverly, responsable de temas de seguridad nacional y labores policiales en Inglaterra y Gales, se enfrenta a una presión cada vez mayor para que renuncie.

Según informes, el ministro hizo la broma en un evento en la residencia oficial del primer ministro. Durante un encuentro con mujeres invitadas el pasado 18 de diciembre, el secretario del Interior afirmó que el secreto de un matrimonio duradero radica en tener una esposa que “siempre está levemente drogada para que nunca se dé cuenta de que hay mejores hombres que yo”. El diario Sunday Mirror informó estas declaraciones.

El domingo, Cleverly emitió una disculpa a través de un portavoz, calificando su comentario de una “broma irónica”. También anunció planes para reformar las leyes con el fin de dejar en claro que es ilegal introducir estupefacientes en la bebida de otra persona. El ministro calificó la práctica de colocar drogas en la bebida de alguien más como “perversa”.

Aunque estas conversaciones en eventos suelen ser privadas, el Sunday Mirror decidió informar sobre la broma debido al cargo ocupado por Cleverly y el tema específico discutido. El chiste se llevó a cabo durante una recepción en el número 10 de Downing Street, en la cual periodistas, ministros, políticos y el primer ministro Rishi Sunak estuvieron presentes.

Las repercusiones y las condenas por la broma

Las repercusiones no se hicieron esperar. Jemima Olchawski, directora ejecutiva del grupo de derechos de las mujeres Fawcett Society, calificó las declaraciones del secretario del Interior como “repugnantes” y exigió su renuncia. Olchawski cuestionó cómo se puede confiar en Cleverly para abordar seriamente la violencia contra las mujeres y las niñas. Agregó que es “repugnante” que el ministro encargado de proteger a las mujeres considere que drogar a una mujer sea un tema apropiado para hacer bromas.

Cleverly, de 54 años, quien conoció a su esposa en la universidad y tiene dos hijos, previamente había afirmado que combatir la violencia contra mujeres y niñas es una prioridad personal.

La oposición también ha condenado severamente las declaraciones del ministro. La parlamentaria laborista Yvette Cooper calificó los comentarios como “asombrosos” y expresó su incredulidad de que el secretario del Interior haya hecho tales bromas justo el mismo día en que el gobierno anunció medidas para combatir la práctica de mezclar drogas en bebidas. Cooper señaló que las víctimas podrían cuestionar si pueden confiar en que Cleverly tomará en serio la lucha contra este crimen tan atroz.

La controversia en torno a las declaraciones del secretario del Interior sigue creciendo, y muchos esperan una respuesta más contundente por parte del gobierno y de Cleverly en particular. La presión para su renuncia aumenta a medida que crece la indignación por sus comentarios inapropiados.

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