En una histórica y polémica decisión, la Cámara de Representantes de EE.UU. votó a favor de censurar a Rashida Tlaib, la primera legisladora de origen palestino en ser elegida al Congreso, por sus comentarios solidarios con Gaza y sus críticas a Israel por la guerra.

La medida, que obtuvo 234 votos a favor y 188 en contra, incluyendo el apoyo de 22 congresistas demócratas, generó fuertes reacciones tanto a favor como en contra. La censura se basa en que Tlaib «promovió narrativas falsas sobre el ataque del 7 de octubre de Hamás y pidió la destrucción del Estado de Israel», según el texto presentado.

La censura a la legisladora marca un precedente

Durante el debate de la resolución, la legisladora defendió su posición argumentando que su intención siempre ha sido poner de relieve el sufrimiento del pueblo palestino. «Para mí, los llantos de los niños israelíes y los niños palestinos suenan igual», afirmó Tlaib, dejando claro que sus críticas van dirigidas al Gobierno de Israel y no a sus ciudadanos.

La resolución presentada por el congresista republicano Rich McCormick representa la segunda vez que la Cámara Baja intenta amonestar a Tlaib por su postura política. Esta vez, la censura tiene el respaldo de importantes figuras demócratas, como el líder de la minoría demócrata Hakeem Jeffries y el congresista Jerrold Nadler.

La polémica sobre los comentarios de Tlaib surge a raíz de un video en el que se dirige directamente al presidente estadounidense, Joe Biden, acusándolo de apoyar un genocidio contra los palestinos y advirtiéndole de que perderá el apoyo electoral de la comunidad árabe en Estados Unidos. En el video también se muestran imágenes de manifestaciones con cánticos como «Desde el río hasta el mar, Palestina será libre», que muchos consideran como un eslogan que llama a la destrucción del Estado de Israel.

Tlaib pide que no distorsionen sus palabras

En un emotivo discurso tras aprobarse la moción de censura en su contra, Tlaib dijo que «es importante separar a las personas y a los gobiernos, ningún gobierno está libre de críticas. La idea de que criticar al gobierno de Israel es antisemita sienta un precedente muy peligroso y se ha utilizado para silenciar diversas voces que defienden los derechos humanos en toda nuestra nación. Soy la única palestino-estadounidense del Congreso y mi perspectiva es necesaria aquí ahora más que nunca. No seré silenciada y no dejaré que nadie distorsionen mis palabras».

La censura a Tlaib genera un intenso debate sobre la libertad de expresión y las diferencias políticas en Estados Unidos. Mientras que sus detractores la acusan de promover ideas antisemitas y de incitar al odio, sus defensores argumentan que está ejerciendo su derecho a la libertad de expresión y que está alzando la voz en defensa de los derechos del pueblo palestino.