La comunidad LGBT+ de Canadá enfrenta una creciente ola de odio y agresiones que desafían la imagen de tolerancia que el país ha proyectado durante años.

Banderas del arcoíris quemadas, marchas del Orgullo interrumpidas y un aumento alarmante de violencia callejera son solo algunas de las señales de retroceso en los derechos de esta comunidad.

A pesar de ser considerado un remanso de paz para vivir libremente la propia orientación sexual e identidad de género, Canadá ha experimentado un cambio significativo en los últimos años.

La violencia en las calles y en las redes sociales se ha exacerbado, con un aumento de insultos y agresiones que han impactado incluso a activistas reconocidos como Pascal Vaillancourt, director de Interligne.

Asimismo Sanyam Sethi, de Ipsos Canadá,  señala que el país ha experimentado una marcada disminución en el apoyo a la comunidad LGBT+, con solo el 49% de los canadienses respaldando la expresión abierta de la orientación sexual o identidad de género, en comparación con el 61% de 2021.

Canadá se convierte en referente mundial

Este descenso, es uno de los más pronunciados a nivel mundial y refleja una polarización creciente que también ha sido alimentada por la influencia de conservadores en las redes sociales.

Como ejemplos está el ataque a cuchilladas ocurrido durante un curso sobre identidad de género en la Universidad de Waterloo el año pasado y el aumento de delitos relacionados con la orientación sexual de las víctimas.

Por tal motivo Los servicios de inteligencia también han advertido sobre la posibilidad de actos de violencia extrema por parte de extremistas contrarios a la «ideología de género».

Ante este clima de odio, el primer ministro Justin Trudeau ha asegurado que su gobierno garantizará la protección de las organizaciones de la Marcha del Orgullo para evitar que el «odio» ponga en peligro las festividades que se celebran en el país.

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