Ottawa, Canadá. – El primer ministro canadiense, Mark Carney, reafirmó este jueves que Canadá tomará medidas firmes contra los aranceles impuestos por la Administración de Donald Trump al sector automotriz, advirtiendo que adoptarán represalias comerciales que tendrán un "máximo impacto" en Estados Unidos. Esta declaración se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre ambos países.

Carney reveló que, en la noche del miércoles, el presidente Trump lo contactó para discutir la situación. Según el primer ministro, aprovechará la oportunidad para señalar que la única vía viable para ambos países es "la cooperación y el respeto mutuo". A través de un comunicado, Carney también enfatizó que la relación histórica de integración económica y cooperación estrecha en temas de seguridad y defensa con Estados Unidos ha llegado a su fin, a raíz de las recientes acciones unilaterales de la administración Trump.

El presidente de Estados Unidos ha continuado sus amenazas contra Canadá, llevando la disputa comercial a un nivel más alto al desafiar la soberanía canadiense y sugiriendo que el país debería convertirse en el estado número 51 de la Unión. Estas declaraciones han generado un fuerte rechazo en Canadá, y Carney ha asegurado que no permitirá que la relación bilateral se deteriore aún más bajo esos términos.

Carney, quien asumió como primer ministro el 14 de marzo, comentó que el hecho de que este sea el primer contacto directo entre los dos líderes después de su ascenso al cargo es inusual. Además, la situación política en Canadá ha cambiado de manera significativa, ya que el gobierno de Carney, liderado por el Partido Liberal, enfrentaba una posible derrota electoral antes de que la administración de Trump desatara esta guerra comercial. Según analistas, la crisis ha aumentado el sentimiento patriótico en el país, y muchos canadienses ven en Carney la figura más adecuada para enfrentar esta difícil situación.

En cuanto a las repercusiones económicas, los automóviles representan la segunda mayor exportación de Canadá, y el sector automotriz emplea directamente a 125,000 canadienses, además de generar miles de puestos de trabajo indirectos. La imposición de aranceles por parte de Trump pone en riesgo una de las industrias más importantes para la economía canadiense. Aunque en el pasado Trump había otorgado exenciones temporales para las importaciones de vehículos de Canadá y México, la amenaza de nuevos aranceles genera incertidumbre en el sector. Por otro lado, la política comercial de Trump no se limita al sector automotriz. Ya ha impuesto aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio de Canadá y ha amenazado con aranceles adicionales sobre todos los productos canadienses y de otros socios comerciales de Estados Unidos, programados para entrar en vigor el 2 de abril.

Carney ha calificado estos aranceles como injustificados y ha dejado temporalmente su campaña electoral para concentrarse en presidir un comité especial del gabinete canadiense, encargado de manejar las relaciones con Estados Unidos. El primer ministro ha indicado que, a pesar de las dificultades, Canadá continuará luchando para proteger su industria y defender sus intereses en este nuevo escenario de tensiones comerciales.

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