Madrid.- En medio de una escalada de tensiones entre España y Venezuela, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha buscado rebajar los ánimos y enfocarse en mantener relaciones cordiales con el país sudamericano.

El conflicto se desencadenó luego de que el Congreso de los Diputados de España aprobara una proposición no de ley instando al gobierno de Pedro Sánchez a reconocer a Edmundo González como el «presidente legítimo» de Venezuela. El asilo otorgado a González en Madrid, y las declaraciones de la ministra de Defensa, Margarita Robles, solidarizándose con los exiliados venezolanos, causaron la molestia en el gobierno de Nicolás Maduro.

Ante esta situación, el gobierno venezolano decidió llamar a consultas a su embajadora en Madrid y convocar al embajador español en Caracas. En respuesta a estas medidas, Albares expresó en una entrevista en la Radio Nacional de España (RNE) que trabajan para mantener las mejores relaciones con el pueblo venezolano, al que considera cercano.

El ministro de Exteriores enfatizó que Venezuela es un país hermano y que las cuestiones internas en cada nación son soberanas. Cuando se le preguntó si consideraba que Venezuela es una dictadura, Albares optó por no involucrarse en la controversia y recordó que él no es un politólogo. En cambio, instó a la derecha a reconocer que el régimen franquista en España fue una dictadura.

A pesar de la incomodidad generada por la crisis diplomática, Albares manifestó la voluntad del gobierno español de mantener relaciones positivas con Venezuela. Destacó que el encuentro entre Sánchez y González fue motivado por cuestiones humanitarias y que no pretenden adoptar medidas específicas en respuesta a las acciones tomadas por el gobierno venezolano.

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