El ministerio de asuntos exteriores de China le ha indicado a Estados Unidos de América que deje de meterse en los asuntos del país asiático y que primero se ocupe del racismo y violaciones de derechos humanos en el suyo.

Así lo declaró la cancillería de Beijing luego que el secretario de Estado Michael Pompeo de EU reaccionara a la investigación del alemán Adrian Zenz acerca del control de natalidad forzoso de parte de los chinos en la región de Xinjiang.

Pompeo sentenció las acciones y declaró que Washington llamaba a Beijing a poner fin a esas prácticas inhumanas y que la comunidad internacional intercediera para que se consiguiera erradicar esa falta en el oriente.

China se pronunció así como respuesta.

Llamamos a los políticos estadounidenses, como el señor Pompeo, a dejar de lado el sesgo y el doble rasero, prestar atención al problema de la discriminación racial en su país, invertir más tiempo y energía en mejorar la situación sobre los derechos humanos en EE.UU. y dejar de denigrar a China e interferir en los asuntos chinos con rumores sobre Xinjiang», afirmó Zhao Lijiang, portavoz de la cancillería China.

Se calienta el ambiente y con ello se elevan los problemas entre ambos países, que económicamente repercuten sobre la población mundial.

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