Pekín condenó este martes que la «represión injustificada contra empresas chinas», después de que Estados Unidos incluyera a los gigantes tecnológicos chinos Tencent y Contemporary Amperex Techonology (CATL) en un listado de empresas consideradas colaboradoras del Ejército del país asiático.

El portavoz de la Cancillería china Guo Jiakun declaró hoy en una rueda de prensa que «el derecho del pueblo chino al desarrollo es inalienable y no se puede omitir».

Guo aseveró que su país «siempre se ha opuesto firmemente a la generalización del concepto de seguridad nacional por parte de Estados Unidos» y al «establecimiento de listas discriminatorias de todo tipo».

«Instamos a la parte estadounidense a que rectifique inmediatamente sus prácticas erróneas y levante de inmediato sus sanciones unilaterales ilegales y su jurisdicción de largo alcance sobre las empresas chinas», agregó el portavoz, al tiempo que advertía de que las autoridades del país asiático «tomarán las medidas necesarias para proteger los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas y su propio derecho legítimo al desarrollo».

Tencent, desarrolladora de la popular red social WeChat -equivalente a WhatsApp, censurada en el país asiático-, también es el mayor vendedor a nivel mundial de videojuegos, con títulos como el conocido ‘League of Legends’ bajo su propiedad.

Por su parte, CATL es el mayor productor mundial de baterías para vehículos eléctricos, con importantes clientes no solo en el mercado chino sino también entre marcas internacionales de postín como Tesla o BMW.

La dos empresas aparecen en un documento en el que se incluyen las decenas de compañías chinas también señaladas y que será publicado este martes en el Registro Federal de EE.UU., si bien las copias ya estaban disponibles bajo descarga el lunes.

La lista actualizada, en la que ya figuraban gigantes chinos como la naviera COSCO o la tecnológica Huawei, es una de las numerosas medidas de Washington para restringir a las empresas chinas que supuestamente plantean riesgos de seguridad, y que supone uno de los escollos entre las dos mayores economías del mundo.

La inclusión en esta lista no equivale automáticamente a sanciones o prohibiciones, pero sí puede traducirse en trabas a sus negocios en el país estadounidense. EFECOM