Este viernes, China anunció un plan para implementar restricciones adicionales en la industria de los juegos en línea con el objetivo de combatir la adicción.

El regulador chino ha publicado un borrador que busca limitar las compras que los jugadores pueden realizar para mejorar su rendimiento, dirigido a contrarrestar comportamientos compulsivos en el mayor mercado mundial de videojuegos.

Estas restricciones incluyen límites en las recargas de la cartera de un juego, la eliminación de funciones destinadas a aumentar el tiempo de uso de una aplicación y la reducción de recompensas para aquellos que se conectan diariamente, junto con la obligación de introducir ventanas emergentes que adviertan sobre comportamientos «irracionales».

Esta noticia ha tenido un impacto significativo en el sector tecnológico, con empresas líderes como Tencent experimentando pérdidas sustanciales en el mercado de valores.

El anuncio generó preocupación entre los inversores, resultando en un descenso del índice Hang Seng en más del 4% durante la sesión, mientras que las acciones de Tencent, líder mundial en ingresos en el sector, cayeron un 12,4% al cierre de la bolsa de Hong Kong.

Otras empresas como NetEase y XD también registraron caídas significativas, con pérdidas del 25% y el 19% de su valor, respectivamente.

Este desarrollo, en el contexto de las regulaciones previas impuestas en 2021 sobre el tiempo de juego para menores de 18 años, refuerza la percepción de una creciente represión hacia el sector tecnológico en China, lo que podría tener repercusiones económicas más amplias y buscar orientar el gasto del consumidor hacia otros sectores en un momento de desaceleración económica.

Además de las restricciones específicas en el ámbito de los videojuegos, el borrador reitera la prohibición de contenidos que amenacen la unidad nacional o representen una amenaza para la seguridad y reputación nacionales.

Analistas sugieren que estas medidas pueden tener el propósito adicional de impulsar a los jóvenes hacia la búsqueda de empleo, considerando la elevada tasa de desempleo entre los 16 y 24 años que alcanzó un récord del 21,3% según datos oficiales de junio, y redirigir el enfoque económico en medio de la desaceleración.

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