Pekín.- Buques de guerra y cazas del ejército de China rodearon Taiwán en el marco de maniobras militares que, según Pekín, buscan probar su capacidad para «tomar el poder» en esta isla de gobierno autónomo.

El ejército chino dio inicio a dos días de ejercicios militares alrededor de Taiwán, coincidiendo con la investidura del presidente Lai Ching-te, quien es considerado por Pekín como un «peligroso separatista«.

Barcos y aviones del Ejército Popular de Liberación rodearon la isla, provocando una reacción inmediata de la Guardia Costera de Taiwán, que denunció la incursión de cuatro buques guardacostas chinos en aguas restringidas del territorio taiwanés, acompañados por otras dos embarcaciones de apoyo.

La tensión entre China y Taiwán se remonta a la guerra civil de 1949, que culminó con la separación de ambos territorios. Sin embargo, Pekín continúa reivindicando su soberanía sobre la isla y no descarta el uso de la fuerza para tomar su control.

El portavoz militar chino Li Xi destacó que las maniobras tienen como objetivo probar «la capacidad conjunta para tomar el poder, atacar conjuntamente y controlar territorios clave«, en un claro mensaje de advertencia a los «independentistas» taiwaneses.

Taiwán, a pesar de tener una posición geopolítica complicada y contar con relaciones diplomáticas limitadas, tiene un papel crucial en la economía mundial como principal productor de semiconductores. Esto la convierte en un objetivo estratégico para China, que busca afirmar su poderío en la región.

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