Colombia ha dado un paso significativo en su política exterior al oficializar su retorno a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), después de aproximadamente cinco años de ausencia.

La decisión, que marcó la presidencia de Iván Duque, fue revertida por el actual mandatario, Gustavo Petro, con la intención de «fortalecer los lazos de colaboración» con las naciones vecinas y promover la «unidad regional».

El Ministerio de Relaciones Exteriores colombiano, al concluir la primera reunión del Consejo de Delegadas y Delegados, destacó la aspiración del país de desempeñar un papel activo en el proceso de integración sudamericana.

Durante décadas, esta integración estuvo marcada por desacuerdos políticos entre los diversos gobiernos de la región.

Según la Cancillería, el retorno de Colombia a la UNASUR representa un hito en su política de integración regional, buscando la reactivación del mecanismo y mostrando la voluntad del país de colaborar con otros Estados Miembros para abordar desafíos y oportunidades compartidos en la región.

La decisión de retirarse de UNASUR, anunciada por Duque en 2018, se justificó argumentando que este bloque favorecía «los intereses de la dictadura de Venezuela».

En su lugar, se abogaba por acercarse a otros foros, como la Organización de Estados Americanos (OEA), que tiene un enfoque más amplio e incluye a Estados Unidos entre sus miembros.

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