El desarrollo de la vacuna contra el virus chino COVID-19 desarrollada por los laboratorios AstraZeneca se ha detenido de manera abrupta debido a un problema con uno de los pacientes que desarrolló un mal en la médula espinal.

De los miles de pacientes voluntarios que se someten a la vacuna para experimentación de la misma y que pueda salir al mercado es normal que alguno enferme, así sucede en todas las pruebas de vacunas, así lo explicó el Dr Francis Collins, director de los Institutos de Salud.

El problema ocurrido con este paciente está en análisis ya que el objetivo de las pruebas es conocer si el mal que presenta el implicado es causado por la vacuna o si lo iba a desarrollar de todas formas.

De ahí se investiga cuál es el posible motivo del error y si ese paciente en particular presenta algún otro factor que haya propiciado el problema, esto es el protocolo obligatorio para el desarrollo de cualquier vacuna, con el fin de no cometer errores que desemboquen en sectores de población con ciertas características afectados.

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Son ocho los laboratorios que ya cuentan con avances significativos para la vacuna y que se han comprometido a no someterse a presión de ningún gobierno sino a la excelencia en el resultado.