En un hecho que deja atónitos a propios y extraños, un policía condenado a 20 años de cárcel por coordinar el asesinato de la periodista rusa Anna Politkóvskaya en 2006, fue liberado y actualmente está combatiendo en Ucrania. Esta impactante información es revelada por el canal de Telegram Baza, creando indignación y cuestionamientos sobre el sistema de justicia en Rusia.

Se trata de Serguéi Jadzhikurbánov, un checheno que fue condenado en 2014 y que habría aceptado, a finales del año pasado, integrarse al frente de batalla a cambio de su liberación. Serguéi comenzó su indulto como comandante de unidad de inteligencia, pero rápidamente escaló hasta ser comandante de batallón.

Este no sería el único de indulto a presos rusos

Según Baza, Serguéi tendría el indulto personal del presidente ruso Vladímir Putin, lo que ha generado más controversia en torno a este caso. Aunque el abogado del sicario sostiene que ya cumplió los seis meses obligatorios de combate y podría haberse retirado, decidió prolongar su contrato, dejando en evidencia su compromiso con las acciones militares en Ucrania.

Cabe recordar que en 2014, la justicia rusa condenó a 20 años de prisión al expolicía y a cadena perpetua a Rustám Majmúdov, autor material del asesinato de Politkóvskaya, así como a su tío, Lom-Ali Gaitukáev, quien habría sido el ideólogo detrás del crimen. Sin embargo, tanto la familia de la periodista como la dirección de la revista Nóvaya Gazeta, donde trabajaba, han puesto en duda esta versión y han criticado la falta de transparencia en la investigación oficial.

El terrible asesinato de Anna Politkóvskaya ocurrió cuando la valiente periodista estaba preparando un artículo sobre las torturas sistemáticas en Chechenia. Cinco días después de su muerte, sus compañeros de trabajo publicaron el material, recordando así su legado y compromiso con la verdad.

Pero este no es el único escándalo en su tipo. En los últimos meses, medios de comunicación y familias de víctimas han denunciado reiteradamente la liberación de presos condenados por graves crímenes, incluidos delitos de sangre. Esta situación provoca una creciente preocupación sobre la seguridad y justicia en el país.