Washington.- El Congreso de los Estados Unidos ha citado a comparecer a la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, para prestar testimonio sobre el atentado sufrido por el expresidente Donald Trump durante un mitin político en Butler, Pensilvania, el sábado pasado.

La convocatoria a Cheatle fue realizada a través de una carta firmada por James Comer, director de Supervisión y Rendición de Cuentas en el Congreso, quien destacó la valentía de los agentes del Servicio Secreto presentes en el acto. Estos agentes lograron proteger a Trump, neutralizar al agresor y evitar daños mayores entre el numeroso público presente, aunque lamentablemente se reportaron dos fallecidos.

Sin embargo, han surgido críticas y dudas sobre la eficacia del Servicio Secreto en este incidente, ya que no lograron detectar a un francotirador armado situado a tan solo 150 metros del podio donde se encontraba el expresidente. Varios expertos han señalado que es relativamente sencillo alcanzar un blanco a esa distancia con las armas disponibles en el mercado estadounidense.

El hecho de que el mitin de Trump estuviera planificado con antelación y que no se hayan tomado medidas para asegurar la zona antes del evento ha generado controversia. Algunos comentaristas en medios de comunicación han cuestionado por qué los agentes del Servicio Secreto no realizaron un barrido exhaustivo de la zona para descartar posibles riesgos de seguridad.

La comparecencia de la directora Cheatle ante el Congreso el próximo 22 de julio promete ser un momento clave para esclarecer lo sucedido y determinar si hubo algún tipo de descuido o negligencia por parte del Servicio Secreto en la protección del expresidente Trump.

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