Seúl.- En el epicentro de la tensión internacional, Corea del Norte ha vuelto a levantar la voz de alerta, esta vez de la mano de Kim Yo Jong, la poderosa hermana del líder norcoreano Kim Jong Un. En un comunicado recogido por medios estatales, Kim Yo Jong prometió impulsar la capacidad de guerra nuclear del país y tomar medidas ante la presencia del submarino nuclear estadounidense USS Vermont en Corea del Sur.

La visita del submarino estadounidense, que arribó a la ciudad portuaria de Busán para recibir suministros y dar un descanso a su tripulación, fue vista por Kim Yo Jong como una clara provocación. En sus declaraciones, la líder norcoreana aseguró que la disuasión norcoreana de guerra nuclear debe reforzarse tanto en calidad como en cantidad, de forma continua y sin límites.

«Los activos estratégicos estadounidenses nunca encontrarán su lugar de descanso en la región de la península de Corea. Seguiremos informando de que todos los puertos y bases militares de la RC no son lugares seguros», manifestó Kim Yo Jong, refiriéndose a la República de Corea, nombre oficial de Corea del Sur.

En este contexto, los observadores señalan que los comentarios de Kim Yo Jong sugieren que Corea del Norte podría estar considerando probar un misil con capacidad de llegar al lugar donde se encuentra amarrado el submarino estadounidense en Corea del Sur. Esta respuesta de furia por parte de Corea del Norte ante la presencia de activos militares de Estados Unidos en la región es una constante, que se ha visto incrementada en los últimos tiempos con ensayos de misiles y demostraciones de fuerza.

Corea del Norte amenaza a Estados Unidos

No es la primera vez que Corea del Norte desafía a Estados Unidos y Corea del Sur a través de sus pruebas y amenazas. En septiembre, imágenes de una instalación secreta para enriquecer uranio para armas nucleares aparecieron en medios estatales norcoreanos. Además, se llevó a cabo un ensayo de misil balístico capaz de transportar una ojiva convencional supergrande, lo que aumentó aún más las tensiones en la región.

Sumado a esto, desde finales de mayo, Corea del Norte ha llevado a cabo una campaña de guerra psicológica al lanzar globos con basura hacia Corea del Sur. Esta acción ha provocado que Corea del Sur reanude las emisiones de propaganda por altavoces en zonas fronterizas. Ante este escenario, el Ejército surcoreano ha advertido de posibles acciones militares si la situación se agrava y pone en riesgo la seguridad de los civiles surcoreanos.

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