Corea del Norte volvió a desafiar al mundo con un nuevo lanzamiento de un misil balístico, el decimoquinto en lo que va de año, que cayó en el mar de Japón, fuera de la zona económica exclusiva del país nipón, según informaron las autoridades militares de Corea del Sur y Japón.

El misil, cuyo tipo no ha sido identificado, fue disparado desde la provincia de Jagang, en el norte del país, y recorrió unos 1.000 kilómetros antes de caer en el mar, según el Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur. Se trata del segundo lanzamiento de un misil balístico en menos de un mes, después de que el pasado 12 de julio Corea del Norte probara por primera vez su misil balístico intercontinental (ICBM) más avanzado, el Hwasong-18, que según el régimen norcoreano es capaz de alcanzar cualquier parte del territorio estadounidense.

El lanzamiento del domingo se produce en medio del estancamiento del diálogo sobre la desnuclearización entre Corea del Norte y Estados Unidos, que no han logrado avances desde la cumbre histórica entre Kim Jong-un y el presidente estadounidense Joe Biden en Singapur en junio de 2022. Además, se produce después de que Corea del Norte amenazara recientemente con reanudar sus pruebas nucleares y de misiles balísticos intercontinentales, al considerar que Estados Unidos ha adoptado una actitud hostil hacia el país asiático y ha incumplido los compromisos adquiridos en Singapur.

La comunidad internacional ha condenado el nuevo lanzamiento de Corea del Norte y ha instado al régimen a retomar las negociaciones para lograr una solución pacífica al conflicto

El Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto celebrar una reunión de emergencia este lunes para abordar la situación. El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, calificó el lanzamiento de “inaceptable” y una amenaza para la estabilidad regional y la comunidad internacional. El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, dijo que pediría una “fuerte solidaridad internacional” en la cumbre de la OTAN en Lituania, donde se encuentra actualmente. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, expresó su “grave preocupación” por las provocaciones norcoreanas y reafirmó su apoyo a los aliados asiáticos. El portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, dijo que el lanzamiento viola las resoluciones del Consejo de Seguridad y supone una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.

Corea del Norte ha lanzado repetidamente misiles balísticos y nucleares desde principios de este año, en un intento de mejorar sus capacidades militares y presionar a Estados Unidos para que levante las sanciones económicas que pesan sobre el país. El régimen también ha protestado por el despliegue de activos estratégicos estadounidenses en Corea del Sur, como submarinos nucleares y aviones espía, que considera una provocación y una violación de su soberanía. Kim Yo Jong, alta funcionaria de Corea del Norte y hermana del líder Kim Jong Un, acusó a un avión espía estadounidense de entrar en la zona económica exclusiva del país al menos ocho veces el lunes y advirtió que las fuerzas estadounidenses experimentarían un “vuelo muy crítico” si repetían la intrusión.

El lanzamiento del misil y la retórica feroz, si bien no son inusuales en Pyongyang, se producen en medio de tensiones altas a medida que Washington y Seúl intensifican su cooperación en materia de defensa y los líderes de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos se encuentran en Lituania para una cumbre de la OTAN, donde Corea del Norte fue parte de la agenda. Un comunicado de la reunión de la OTAN este martes instó a Corea del Norte a abandonar sus programas de misiles balísticos y armas nucleares, que violan las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que los prohíben.

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