Seúl, Corea del Sur.- Corea del Sur ha registrado de su peor fin de semana de infecciones por COVID-19 desde que comenzó la pandemia, y el presidente Moon Jae-in calificó la tercera ola del país de emergencia.

El ministro de Salud también describió a la capital Seúl como una «zona de guerra COVID-19» esta semana.

El domingo, Corea del Sur informó de mil 30 nuevas infecciones por Coronavirus, rompiendo el récord del día anterior de 950 y elevando el total de infecciones a 42 mil 766 con 580 muertes.

El recuento anterior más alto de un solo día fue 909 y se produjo a fines de febrero.

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Moon advirtió el domingo que las restricciones de COVID-19 pueden elevarse al nivel más alto a raíz de los aumentos récord.

De los nuevos casos de COVID-19, mil dos se transmitieron localmente, dijo la Agencia de Prevención y Control de Enfermedades de Corea del Sur.

«Nuestra espalda está contra la pared», dijo Moon.

«Este es un momento crucial para dedicar todas nuestras capacidades de control de virus y poder administrativo a detener la propagación del coronavirus».

El sábado, Moon ordenó la movilización de la policía, el personal militar y los médicos públicos para bloquear la propagación, que calificó de «emergencia».

Al presidir una reunión de emergencia en la Sede Central de Desastres y Contramedidas de Seguridad por primera vez desde febrero, Moon instó a la vigilancia y pidió un esfuerzo total para contener el virus.

«A menos que el brote pueda ser contenido ahora, ha llegado al punto crítico de considerar la escalada de las medidas de distanciamiento social al[siguiente nivel», dijo.