Corea del Sur ha dado un paso importante en su capacidad de inteligencia militar al lanzar exitosamente su primer satélite espía. Este suceso se produce apenas una semana después del anuncio de Corea del Norte sobre la puesta en órbita de su propio satélite espía.

El lanzamiento del satélite surcoreano tuvo lugar en la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg de California, utilizando el potente cohete Falcon 9 de SpaceX. Este satélite es el primero de los cinco que Corea del Sur tiene previsto enviar al espacio antes del año 2025, en virtud de un contrato establecido con la compañía aeroespacial estadounidense.

La operación, programada originalmente para principios de semana, tuvo que ser pospuesta debido a las adversas condiciones climáticas. Sin embargo, los expertos destacan que este hito marca un importante avance para la defensa surcoreana frente a las crecientes tensiones con su vecino del norte.

Hasta ahora, Corea del Sur ha dependido en gran medida de satélites de reconocimiento militar estadounidenses para obtener información sobre los movimientos y actividades de Corea del Norte. Sin embargo, una vez que sus satélites espías operen conjuntamente con el sistema de tres ejes de defensa del país (ataque preventivo, defensa antimisiles y activos de represalia), se espera un notable impulso en la capacidad defensiva surcoreana en relación a su vecino del norte.

Es importante destacar que Corea del Norte también anunció recientemente el éxito de su propio satélite espía «Malligyong-1»., y ha afirmado que su líder, Kim Jong Un, revisó imágenes capturadas por el satélite que muestran la Casa Blanca, el Pentágono, portaaviones estadounidenses en una base naval y un astillero en Virginia. Además, Corea del Norte asegura que el satélite también ha transmitido fotografías de instalaciones militares en Guam y Hawai, así como de lugares estratégicos en Corea del Sur.

Este desarrollo en la capacidad espacial de ambos países ha generado una creciente atención y preocupación en la región. Mientras Corea del Sur busca fortalecer su defensa, Corea del Norte utiliza estos avances para reforzar su posición y ampliar su capacidad de vigilancia. Sin embargo, aún queda por verificar la capacidad real de los satélites espías y cómo afectarán las dinámicas políticas y militares en la península coreana.