No todo es felicidad, dulces y disfraces en Halloween, pues llegaron a cometirse crímenes perturbadores en plena festividad de Halloween.

El verdadero Candyman

Ronald Clarck O’Brian fue un asesino de Pasadena, Texas que asesinó a su hijo Timothy de ocho años el Halloween de 1974 envenenándolo con un caramelo al que había añadido cianuro con el fin de obtener 20.000 dólares por el seguro de vida del niño.

Además, intentando encubrir su crimen, le había dado golosinas envenenados también a su otra hija y a varios niños del vecindario más, pero estos no llegaron a consumirlos. Ronald O’Brian fue condenado a muerte y ejecutado 10 años después.

Dirección Equivocada

 Yoshihiro Hattori era un estudiante de intercambio que quería vivir esta fiesta norteamericana. En 1992 el joven japonés, ataviado con su disfraz de John Travolta, se dirigió a la que él creía la casa en la que se celebraba la fiesta pero se equivocó. 

Rodney Peairs no dudó dispararle un tiro a quemarropa al joven de 16 años matándolo en el acto. Según el detenido, se sintió intimidado por el aspecto del joven. La tenencia de armas y la impunidad de uso se comenzó a debatir más.

Asesinó a su familia en la noche de Halloween

 En 2010, Devon Griffin, de 16 años, (hijo de Susan)regresó a su casa y encontró en el piso los cuerpos de su hermano, madre y padrastro. 

William Liske Jr (hijo solo de William) había sido el culpable de los asesinatos, padecía de esquizofrenia.. Declaró los asesinatos de los miembros de su familia y recibió tres cadenas perpetuas. Fue encontrado muerto en su celda cinco años después de entrar a prisión.

Un disfraz fallido

 La noche de Halloween de 1993 cinco miembros de la banda callejera Pasadena Blood dispararon contra lo que creían que era un grupo de la banda rival, los Crips. Se equivocaban. En realidad eran unos adolescentes disfrazados que volvían a casa. 

Los chicos eran muy altos para su edad y dos de ellos llevaban bandanas negras y azules. Una casualidad letal. Tres de ellos murieron y otros tres sufrieron heridas graves. También fueron tres los miembros de la banda condenados.

Broma Pesada

 Un clásico de halloween es arrojar huevos a autos de desconocidos. Karl Jackson no se lo tomó muy bien cuando unos adolescentes se lo hicieron la nobromache de Halloween de 1998, mientras iba a recoger con su novia a su hijastro. 

Descendió del vehículo, tuvo una breve discusión con los chicos que le habían lanzado los huevos, y al volver a entrar en el coche uno de ellos sacó un arma y le disparó. El asesino era Curtis Sterling, de solo 17 años.

Información obtenida por @hiloscuriosos

Te puede interesar: Conductor atropella a motociclistas que realizaban caravana por Halloween; hay video