Argentina está experimentando un brote sin precedentes de dengue, con más de 151 mil personas afectadas y 106 vidas perdidas hasta la fecha. Este brote ha superado los registros anteriores, marcando un hito sombrío en la historia de la salud pública del país.

El dengue, una enfermedad viral transmitida por el tipo de  mosquito Aedes aegypti, ha visto un aumento exponencial en comparación con las temporadas anteriores. Según datos proporcionados por el Ministerio de Salud de la Nación, la incidencia acumulada es ahora de 321 casos por cada 100,000 habitantes, con un alarmante 91% de los casos siendo autóctonos, lo que indica una transmisión local intensa.

Las regiones más afectadas son las jurisdicciones de las regiones NOA, NEA, Cuyo y Centro, junto con la provincia de La Pampa en la región Sur. Estas áreas han registrado una circulación viral autóctona del dengue, lo que ha llevado a las autoridades sanitarias a intensificar sus esfuerzos para controlar la propagación del virus.

El brote actual ha superado el récord previo de poco más de 130 mil casos, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación actual. Las autoridades están implementando medidas de emergencia, incluyendo campañas de fumigación, educación pública sobre la prevención de picaduras de mosquitos y la eliminación de criaderos potenciales del Aedes aegypti.

La respuesta del gobierno ha incluido también la movilización de recursos adicionales para hospitales y clínicas, asegurando que estén equipados para manejar el aumento en el número de pacientes. Sin embargo, la lucha contra el dengue es compleja, ya que requiere no solo una respuesta médica, sino también un cambio en el comportamiento comunitario y una mejora en las infraestructuras urbanas para eliminar los criaderos de mosquitos.

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