La Habana.- Después de cinco meses desde el restablecimiento de relaciones diplomáticas, Cuba y Corea del Sur están en los preparativos finales para abrir sus embajadas, en un paso que marca un hito en las relaciones internacionales de ambos países. Este nuevo vínculo no solo fortalece los lazos entre La Habana y Seúl, sino que también ilustra un cambio generacional en la isla comunista, aliada histórica de Pyongyang.

La apertura de las embajadas podría concretarse muy pronto, luego del anuncio sorprendente realizado el pasado 14 de febrero sobre el restablecimiento de relaciones entre ambas naciones a través de un intercambio de notas diplomáticas en Naciones Unidas.

Diplomáticos surcoreanos se encuentran actualmente en La Habana desde el 14 de junio y ya han comenzado a establecer una oficina temporal, según lo informado por el ministerio de Relaciones Exteriores. Por su parte, funcionarios cubanos también están en la capital de Corea del Sur con el objetivo de abrir su embajada en el país asiático lo antes posible, de acuerdo con la agencia de noticias local Yonhap.

El politólogo cubano, Arturo López-Levy, comentó a la AFP que este restablecimiento de relaciones representa un cambio generacional en La Habana, marcando un nuevo rumbo bajo el liderazgo de Miguel Díaz-Canel tras la transferencia de poder de Raúl Castro en 2018.

A lo largo de la historia, las relaciones entre Cuba y Corea del Sur estuvieron condicionadas por la cercanía de la isla caribeña con Corea del Norte, uno de los pocos aliados del régimen norcoreano. Sin embargo, este nuevo acercamiento comercial entre La Habana y Seúl representa un giro en la dinámica de poder en la región.

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