Daniel Ortega extiende el periodo del comandante del Ejército nicaragüense
22/12/2024 - Hace 6 horas en InternacionalDaniel Ortega extiende el periodo del comandante del Ejército nicaragüense
Nicaragua.- El gobernante de Nicaragua, Daniel Ortega, ha generado controversia al ratificar este sábado por seis años más como jefe del Ejército al general Julio César Avilés. Las críticas han surgido debido a que Estados Unidos sancionó al general Avilés por corrupción y por colaborar en la represión de las voces prodemocráticas en el país centroamericano.
Ortega publicó en la gaceta oficial del 21 de diciembre la decisión de que el general Avilés asumirá el cargo de comandante en jefe del Ejército de Nicaragua el 21 de febrero de 2025 y lo mantendrá hasta el 21 de febrero de 2031. De esta manera, Avilés cumpliría un total de 21 años consecutivos en el puesto.
El general Avilés, quien es un exguerrillero sandinista, fue designado por primera vez como comandante en jefe del Ejército en noviembre de 2009 y fue reelegido en el cargo en 2015 rompiendo la tradición de cambio cada cinco años. Según el acuerdo presidencial, se propuso a Avilés por el Consejo Militar por sus «méritos militares, profesionales y personales».
Ortega renueva su mandato sobre el ejército por seis años más
Sin embargo, diversos sectores han criticado a Avilés por supuestamente mantener lealtad a la dictadura de Ortega y permitir que Ortega utilice el Ejército en su beneficio personal. Incluso en abril de 2018, se denunció que policías y paramilitares orteguistas utilizaron armas de guerra para reprimir a la población que se manifestaba en las calles.
Además, Estados Unidos sancionó al general Avilés, acusándolo de participar en actos de corrupción y de contribuir a silenciar las voces prodemocráticas en Nicaragua. Organismos de derechos humanos también han denunciado su inacción durante las protestas de abril de 2018, donde se registraron numerosas muertes.
Las protestas, catalogadas por el régimen de Ortega como un «intento de golpe de Estado», dejaron un saldo de al menos 355 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque cifras locales elevan esta cifra a 684. Ortega, por su parte, reconoce únicamente «más de 300» fallecidos.