Tokio.- El tribunal del distrito de Fukushima ha declarado como culpables a tres exmilitares acusados por agredir sexualmente a una compañera del Ejército en 2021. Este caso se ha convertido en un símbolo del movimiento MeToo en el país. Además, ha generado un importante debate sobre la violencia sexual y el acoso en las fuerzas armadas.

La exmilitar, Gonoi Rina, denunció haber sido sometida a acoso tras alistarse en el Ejército en 2020. A pesar de que se quejó ante sus superiores, la institución no tomó ninguna medida al respecto. Esto la llevó a abandonar las filas del país. Ante esta situación, decidió difundir a través de Internet información sobre el caso y presentó una petición ante el Ministerio de Defensa para que se abriera una investigación.

Tras una exhaustiva investigación, el Ministerio confirmó las acusaciones de Gonoi y presentó disculpas formales. La exmilitar decidió presentar una demanda contra el Estado y cinco de sus antiguos compañeros, solicitando una indemnización por los daños sufridos a diario desde finales de 2020 hasta mediados de 2021. Como consecuencia de esto, los cinco militares implicados fueron cesados de sus funciones, y un comandante fue suspendido de empleo y sueldo durante seis meses por no haber actuado a tiempo y de forma adecuada.

El caso de Gonoi ha generado una gran atención sobre el machismo en una sociedad conservadora donde la violencia sexual sigue siendo un tema tabú. La mujer ha sido reconocida por la revista estadounidense ‘Time’ en su lista anual de las cien personas más influyentes del mundo en este año. Su lucha ha sido fundamental para despertar conciencia en la sociedad japonesa y promover la urgente necesidad de erradicar el acoso y la violencia de género.

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